Leticia Huijara
Durante años, en el número 68 de la calle de Cuauhtémoc, a unos pasos del Centro Histórico de Coyoacán, existió un tranquilo espacio de squash con clases de yoga, pilates y artes marciales que se integraba perfectamente al apacible ritmo de este tradicional barrio de la Ciudad de México. Recientemente, esta paz ha sido vulnerada por una obra de remodelación en ese mismo predio que se ha llevado a cabo violando la ley.
La obra está amparada con un permiso de remodelación, sin embargo se demolió toda la construcción anterior, de mediados de siglo XX, y se construyó una obra nueva sin autorización, pues el permiso solo considera el reemplazo de elementos constructivos poco invasivos. Asimismo, el nuevo edificio cuenta con un segundo piso que la construcción original no tenía.
Por otro lado, la licencia que tiene el predio es uni habitacional, sin embargo, se ha construido una alberca de 18 metros y diversos locales comerciales, en los cuales se pretende inaugurar dos restaurantes; uno de ellos con venta de alcohol en una zona eminentemente habitacional ubicada dentro del cuadro patrimonial de Coyoacán. Con este fin, se han conectado mas de tres tanques estacionarios sobre la azotea. La alberca también supone un posible riesgo a usuarios, pues se ubica en el segundo piso y al fondo del predio.
Los vecinos hemos solicitado una verificación y aún cuando era evidente que la construcción nueva y la presencia de más de 30 trabajadores era sumamente irregular, dado el permiso que ampara la obra, los verificadores declararon que solo se trataba de una remodelación. Se han hecho denuncias ante SEDUVI, INVEA, y PAOT, así como ante diversas autoridades de la alcaldía y hasta el momento los trabajos siguen. La alberca ya empezó a funcionar, así como una ludoteca. La clínica dental y los restaurantes están a punto de inaugurarse. Uno de estos restaurantes pertenece a la familia de los dueños del café “El jarocho”, reconocidos por adueñarse del espacio público y generar basura de la que no se responsabilizan.
Los dueños de los distintos locales han empezado a agredir a los vecinos que se oponen a la apertura de este nuevo centro comercial. A pesar de estas agresiones, los vecinos afectados hemos seguido todo los trámites legales para impedir este nuevo atropello y en caso de que se se abra impediremos su funcionamiento. Hacemos un llamado a toda la comunidad para que eviten hacer uso de cualquier servicio que ofrezcan en este lugar y para que nos apoyen en la clausura vecinal.
Ni una sola construcción fuera de la ley en Coyoácan.
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